Durante el tratamiento antibiótico pueden producirse alteraciones de la flora intestinal normal y un aumento importante de las colonias de Clostridium difficile en el colon. La peligrosa enterocolitis pseudomembranosa por Clostridium difficile puede presentarse tras la administración de numerosos antibióticos, pero principalmente tras la administración oral de clindamicina, ampicilina y tetraciclinas. Ocasionalmente, este tipo de enterocolitis también puede deberse a citostáticos. En la colonoscopia, que en la fase aguda sólo debe realizarse con suma precaución, se encuentran las típicas capas pseudomembranosas en la mucosa del colon. Las enterotoxinas y citotoxinas formadas por Clostridium difficile son responsables del cuadro clínico.
Tratamiento:Si no se efectúa un tratamiento, las formas graves de la enterocolitis pseudomembranosa con diarreas graves, fiebre elevada y síntomas generales pronunciados tienen un mal pronóstico. Aparte de la reposición de líquidos y electrolitos, debe iniciarse inmediatamente un tratamiento antibiótico con metronidazol a una dosificación de 0,25 g/4 veces al día. Anteriormente, como fármaco de primera elección, se administraba vancomicina a una dosis de 125 mg/cada 6 horas; sin embargo, los antibióticos glicopeptídicos deben administrarse con la máxima cautela debido a que, a nivel mundial, se está produciendo un aumento de las resistencias de los enterococos. Tras finalizar el tratamiento, pueden producirse recidivas en un 10–20% de los casos, las cuales suelen volver a responder a metronidazol o a vancomicina.
